El Abuelo dice…
No todo lo que brilla es oro; ni todo lo que apesta es basura. En el mundo que nos apasiona del Fantasy Football, uno busca encontrar a ese jugador que nos ayude a alcanzar una victoria cada semana, el que haga la diferencia en camino a los playoffs y a pelear el campeonato.
Tratamos de elegir al jugador que nos dé el mayor beneficio al valor justo y en una de esas sacarnos la lotería y pegarle al gordo eligiendo a quien ofrece un rédito muy por encima de la ronda en la cual lo elegimos.
También hay que estar atentos, pues entre la «basura» que se va quedando en el pool de jugadores puede haber una que otra joya perdida, una que quizá no tenga a primera vista potencial, pero no quiere decir que no pueda ser una opción valiosa.
Después de escribir sobre los equipos con más profundidad de talento y de aquellos que más carecen de jugadores para el armado de equipos de Fantasy Football, a partir de hoy les robaré unos minutos de su tiempo con un análisis de receptores que deberían tener en mente y que podrían sorprenderlos con su producción.
La tarea resultó mucho más compleja de lo que imaginé en un inicio y me topé con pared. Es por ello que acudí al buen Obi Mau, el maestro Jedi del Fantasy Football en español. Después de escuchar sus consejos y de expandir mis recursos para el proceso de investigación y recaudación de información, hay una lista de candidatos como sleepers y otros que creo que uno puede pepenar, pues pueden resultar valiosos entre lo que se va quedando rezagado.
La alerta de pepena se enciende desde que un jugador que fue reclutado en la séptima posición global del Draft de 2017 se encuentra condenado con un ADP de WR41 (9.01) en formato estándar y de WR42 (9.06) en HPPR.
INCÓGNITA Y POTENCIAL.
Mike Williams es toda una incógnita. Mis instintos apuntan a que en 2020 finalmente tendrá una temporada redonda y alcanzará su potencial de receptor elegido en primera ronda del Draft NFL. Pero no es un asunto de fe; no estoy ciego y entiendo el temor que existe por dejar pasarlo, porque sus números han sido contrastantes en su carrera y por ello lo pudiéramos llamar Mike «Dos Caras» Williams.
Aquí asumo el rol de ser el abogado del diablo, pues el egresado de Clemson quedó entre los líderes en la NFL en 2019 en una estadística: fue el mejor jugador en promedio de yardas por recepción con 20.4. Además, fue el quinto en yardas por target en 2019, con 11.1.
Líderes de la NFL en yardas por recepción en 2019:
* Fuente: http://www.nflgsis.com/
De hecho, desde que llegó a la NFL en 2017, es el líder en ese departamento con 17.1 yardas por recepción (con un mínimo de 100 pases recibidos). Su potencial en jugadas grandes está de manifiesto.
Williams tiene el físico necesario para destacar en la NFL, con su estatura de 1.93 metros y sus casi 99 kilogramos de peso nos dejan ver por qué fue considerado un receptor de primera ronda, la séptima selección global del Draft 2017, aunque nunca ha cumplido con las expectativas.
Después de tres temporadas, el balance se inclina más hacia ser un petardo y un fracaso, que, hacia un caso de éxito, aunque ha mostrado destellos, que se pierden en el universo de sus fallas.
SIGNOS DE MEJORA.
Del lado positivo en el desarrollo de Williams está el incremento tanto en sus targets (23, 66, 90), recepciones (11, 43, 49) y yardas (95, 664, 1001) en cada temporada desde que fue reclutado. El problema es la inconsistencia en sus números, pues de 10 anotaciones que tuvo en 2018, tuvo una regresión importante al lograr sólo 2 en 2019.
La culpa puede que no sea solo suya, sino parte de un sistema que dejó de funcionar en los Chargers con la dirección del coordinador ofensivo Ken Whisenhunt, quien fue despedido tras la Semana 8 de la temporada 2019. En su lugar fue promovido Shane Steichen y los números de Williams fueron más eficientes en el juego largo.
Previo al cambio de coordinador ofensivo, tuvo 53 targets, 29 recepciones (54.7%) con 550 yardas (18.3 yds/rec) y 0 TDs; con el nombramiento de Steichen, quien fue ratificado en la posición para 2020, fueron 37 targets, 20 recepciones (54%) con 471 yardas (23.55 yds/rec) y 2 TDs.
PANORAMA 2020.
Si lograra estabilizar su desempeño en la NFL, pudiera rondar las 1,000 yardas y conseguir entre 6 a 10 anotaciones, lo que le daría números de WR Top 24, aunque sus proyecciones más reales es que termine con unas 46 recepciones, 760 a 800 yardas y 5 o 6 anotaciones, números que lo pudieran colocar como un WR3 sólido.
El que Tyrod Taylor sea de entrada el QB que le tendrá que surtir de balones, puede ayudar a la defensa del caso por Williams, pues con su movilidad puede extender las jugadas y lanzar pases profundos, su mayor fortaleza. Se espera que bajo el mando de Steichen como coordinador ofensivo, habrá más jugadas de play action, que ayudan en el juego más vertical y profundo.
El talento y el pedigree de WR lo tiene Mike Williams, quien es poco más de dos años menor de edad que Keenan Allen, quien tiene el rol de WR1 en el equipo de Los Angeles, pero que no me parece tan descabellado pensar que lo pueda superar en esta temporada.
Puede que el entorno de Mike Williams huela mal, pero es un jugador que tiene el potencial de despuntar en la NFL, y no es casualidad que los Chargers hayan decidido ejercer la opción del quinto año de su contrato de novato. En 2020 Williams tendrá un salario base de 825 mil dólares, con un bono de 2.4 mdd, y en 2021 su salario será de 15.7 mdd (opción de quinto año), que podría modificarse si el equipo decide extenderle un segundo contrato a largo plazo, que es por lo que trabajará en esta temporada, si el Covid-19 se lo permite.
Evolución de los números de Mike Williams a lo largo de su carrera:
Luis Alonso López es periodista con 19 años de experiencia en el mundo deportivo. El football americano es su mayor pasión y ha sido afortunado en estar cerca de la NFL. Jugador de Fantasy Football desde hace más de 20 años. Inició su carrera en Grupo Reforma como coeditor de deportes en Metro y después se mudó a la sección deportiva de Reforma, formando parte del cambio al formato de Cancha. Posteriormente estuvo 10 años en Excélsior, cuando Grupo Imagen lo compró y rediseñó el periódico. En Adrenalina tuvo la oportunidad de cubrir Super Bowls como reportero y después asumí otros cargos, como coeditor, editor y finalmente fui coordinador. Dio el salto a El Heraldo de México, en donde tuvo el honor y responsabilidad de relanzar otro diario de mucha tradición en México como editor de Meta. Colabora en Máximo Avance, fue parte del equipo de especialistas que transmitió la temporada 100 de la NFL a través de La Octava Sports, de Grupo Radio Centro.