Cada año publico una serie de artículos con tres jugadores en cada una de las posiciones más importantes de fantasy con los cuales hay que tener cuidado al momento de seleccionarlos. No quiere decir que los eviten a toda costa, sino que hay que evitarlos por el precio que hay que pagar para seleccionarlos y por el costo de oportunidad al hacerlo; es decir los jugadores que no eliges para ir por ese jugador.
Empecemos con los QBs, la estrategia con esta posición debe ser como cuando andábamos en búsqueda del cubrebocas. ¿A poco no siempre buscaron la mejor oferta? Pero sin sacrificar calidad, claramente. La mejor opción era el cubrebocas que por un precio menor nos ofrece algo muy similar o exactamente igual a la protección que estamos buscando. La demanda en los cubrebocas también influyó en el aumento en los precios. Lo ideal es pagar menos sin sacrificar la calidad del producto que necesitamos. Justo en eso se basa la estrategia de esperar para seleccionar a tu QB.
La posición de QB es una de las posiciones más profundas. No hay necesidad de apurarse para seleccionar uno. En una liga estándar sólo doce QBs son titulares en una determinada semana. Ir por QB en algún momento de las primeras cinco rondas no representa una ventaja competitiva semanal, aunque como en todo, existen excepciones. El objetivo es seleccionar QBs a su valor real fantasy y en donde puedas sacar mayor ventaja.
La estrategia funciona y está más que probada, pero para ponerla en práctica vas a tener que quitarte de la mente tener a algún QB de los de renombre como Lamar Jackson (ADP 2.03), Patrick Mahomes (ADP 2.06) o Kyler Murray (ADP 5.02)..
Pero sea cual sea tu estrategia, hay tres con los que hay que tener mucho cuidado y evitarlos a su costo actual (ADP). Estos QBs son candidatos o decepcionar o al menos no te regresarán el valor de la inversión.
DESHAUN WATSON (QB, HOU).
ADP Actual: 4.11, QB4
La principal razón es la salida de DeAndre Hopkins y no es para menos. El talento de Hopkins es irremplazable, así de sencillo. Un receptor con el que Watson había desarrollado química y que estando juntos lo buscó en promedio por juego, casi en 10 ocasiones. El dominio del ahora WR de los Cardinals era enorme y por eso se establecía como la principal opción de Watson. La producción fantasy de Watson hacia Hopkins en 2019 fue el 27.69% de su producción total.
En 2020, las armas con las que contará serán Will Fuller, Brandin Cooks, Randall Cobb, Kenny Stills, Keke Coutee y el recién llegado David Johnson. Una mezcla de veteranía con serios problemas de lesiones, sobretodo con Fuller y Cooks. Muchas armas con velocidad y rutas cortas pero, ¿y la profundidad? En 2019, Hopkins fue el WR14 en targets de pases profundos (25). No hay duda que su eficiencia por aire disminuirá considerablemente. Watson dependerá de Fuller para este tipo de situaciones. Desde 2017, sus intentos de pases profundos han subido de un 11% a un 17% cuando Fuller ha estado en el terreno de juego. También ha sido más efectivo, completando un 43.2% de esos pases cuando Fuller ha estado en el terreno de juego, mientras que solo completó el 34.3% sin el.
Su versatilidad hace que se mantenga dentro del Top 8 en la mayoría de rankings fantasy. Tiene dos años consecutivos estando entre los cuatro QBs con más acarreos. La falta de opciones reales por aire es probable que tenga como consecuencia un aumento en los acarreos.
Pero aún con ese potencial de generar puntos fantasy por tierra, me parece correr demasiado riesgo ir tan temprano por un QB que estará sin su principal WR, que además es uno de los más talentosos en la liga.
AARON RODGERS (QB, GB).
ADP Actual: 6.04, QB7
La situación es un tanto complicada con Rodgers y me atrevo a decir que ha dejado de pertenecer a la élite de QBs de fantasy football (de fantasy football, vale la pena aclararlo porque no quiero reclamos). Viene de dar su peor temporada fantasy de entre las temporadas con al menos 15 juegos. Es la primera ocasión desde 2008 que no logra superar la barrera de los 300 puntos fantasy en las diez temporadas que ha jugado completas desde entonces.
Si tomamos en cuenta el promedio de puntos fantasy por juego, quitando a Matthew Stafford (8 juegos jugados) y a Jeff Driskel (3 juegos jugados), Rodgers terminó como el QB12.
Para nadie es un secreto la carencia de armas por aire en el equipo. Salvo Davante Adams, la realidad es que no hay mucho talento disponible para Rodgers. Geronimo Allison se ha ido, Marquez Valdes-Scantling quedó a deber y ahora la confianza estará depositada en Allen Lazard, Devin Funchess, Jake Kumerow y el TE de segundo año Jace Sternberger. Los Packers, además, prefirieron no elegir a ningún WR en el Draft a pesar de la profundidad en talento que había disponible este año.
Para agregar fricción a todo esto, fueron por el QB Jordan Love en primera ronda. Aunque para ser realistas, esto no tendrá implicaciones fantasy por ahora.
La llegada del head coach Matt LeFleur ha supuesto una mayor utilización del juego terrestre. El año pasado, utilizaron jugada por aire en un 59.81% mientras que en los últimos tres años con McCarthy esos porcentajes fueron 67.54% (mayor porcentaje en toda la NFL), 61.36% y 64.68%, una notable diferencia.
Tiene talento de sobra que le bastará para pelear por colarse al Top 12, pero está lejos de ser la opción segura de hace algunos años. Un bajón en sus números por aire, tal como sucedió el año pasado, añadido a la falta de versatilidad y de producción fantasy con los pies hacen de Rodgers una selección bastante arriesgada.
JOSH ALLEN (QB, BUF).
ADP Actual: 7.02, QB8
De ser una de las recomendaciones a elegir el año pasado a ser uno de los QBs a evitar al siguiente. Así es el fantasy. Pero insisto, todo tiene relación con el costo/beneficio. El QB de los Bills es un QB Top 12, sin duda. Su versatilidad y la reciente incorporación de Stefon Diggs supone una mejora en su cuerpo de receptores. Sin embargo, elegirlo como el QB8 sería elegirlo esperando justo que rinda a su mayor potencial. Sinceramente no creo que haya potencial para que Allen pueda colarse al Top 5, de ser así probablemente sí valdría la pena.
Desde que llegó a la NFL en 2018, es el QB con más TDs terrestres (17) y solo Lamar Jackson (323) tiene más acarreos que el QB de los Bills (198). Esa versatilidad es su potencial fantasy, en gran medida fue la catapulta para terminar como Top 8 en puntos fantasy totales. Sin embargo con los 9 TDs anotados por tierra el año pasado, es lógico asumir que sufrirá una regresión negativa natural, quizá en el rango de 4 a 6 TDs.
La llegada de Stefon Diggs aunado a las opciones que ya tenía como John Brown, Cole Beasley, Dawson Knox y el RB Devin Singletary seguramente serán suficientes para que los números por aire de Allen se mantengan estables. Además, sabemos que no es uno de los QBs con mayor precisión en pases largos, lo que limita el potencial de jugadas grandes. Si Allen de alguna manera mejora su precisión y su toma de decisiones sobretodo bajo presión, será una opción mucho más sólida.
Pero insisto, la posición de QB es una de las más profundas en fantasy y cada año los QBs están generando más puntos. En 2019 hubo siete QBs que generaron al menos 20 puntos fantasy por juego y once los que generaron al menos 18 puntos. Demasiada profundidad como para emplear un pick tempranero en un QB.
Mauricio Gutiérrez es analista de fantasy football desde 2010. Es miembro de la Fantasy Sports Writers Association (FSWA) y de la Pro Football Writers of America (PFWA). Colaborador para NFL.com/espanol y analista aprobado por la plataforma FantasyPros, formando parte de su «Expert Consensus Ranking». Ha escrito y colaborado con contenido de Fantasy Football en diversos medios como Yahoo Fantasy, Diario AS, Mural del Grupo Reforma, El Informador de Guadalajara, Vice Sports Latinoamérica, Máximo Avance y El Mañana de Nuevo Laredo. Participante por quinto año consecutivo en el Scott Fish Bowl (#SFBX) y en la liga «Going Deep» avalada por la FSWA.